martes, 22 de noviembre de 2011

No sólo es lluvia.

Hay corazones que viven en constante otoño,
pero siento como el próximo invierno me acaricia la nuca.
Entonces miro tras el cristal y unas manos frías
han dejado sus huellas en él.

Miro al exterior con unos ojos rotos
y advierto que llueve, quizás no paró nunca,
no vi cuando comenzó, simplemente llovía.
Me he acostumbrado a ver llover.

Es una lluvia que no cala, pero deshace,
me desperdicio en cada segundo.
En cada titubeo me despilfarro,
pierdo esencia, forma y me voy por el desagüe.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Tan sin nombre como yo.

Somos dos almas perdidas dispuestas a cruzarse en el camino. Dos desconocidos que sólo conocemos el color de los ojos del otro después de mirarnos.
Aquella tarde no era especial, no era distinta a las demás. Ambos paseábamos sin esperar encontrarnos. Tú con tus problemas y yo con los míos, los dos solos, pero deseando encontrar a alguien para desahogarnos.
El semáforo nos dio el paso y, sin más, continuamos nuestros caminos, con un destino sin nombre, pero con sentidos opuestos que han hecho que hoy y ahora nos encontremos en este punto de la ciudad.
Al pasar de largo me quedé con la curiosidad de conocerte, pero cuando me volví ya habías desaparecido del camino. Supongo que es el interés que me causa lo desconocido. Solamente soy eso, un curioso y nada más.
Poco a poco fue viniendo la noche, la luna me iluminaba, la miré en silencio, redonda, casi perfecta custodiando la ciudad mientras ésta dormía.
Yo caminaba sin saber muy bien hacia qué lugar me dirigía. Miré el reloj, eran las once de la noche. No estaba cansado y tampoco quería volver a casa. Quería seguir paseando, tentando al destino para que volviese a ponerte en mi camino y de esta manera volverte a ver, pero esa noche no sería yo quien confiara en la suerte.
Nos convertimos en recuerdos mutuos, ambos formamos parte ya de un momento efímero. Tú quedas en mi memoria y yo quedo en la tuya, pero aún así desearía volver a encontrarte.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Algunas veces es así.

                                                Esta foto ha sido tomada de www.cuantarazon.com

Yo estudio Filología Hispánica, sí.
Pero profes y profas de Literatura de todos los niveles educativos, acéptenlo -yo también tendré que hacerlo cuando sea docente- si en un verso no hay nada no se empeñen ...
¡no hay nada!
Vean esto con humor, al igual que yo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El golpe

                                 Y caigo en la cuenta, caigo en pensar.
                                 El cielo llora sus lágrimas sobre mi cara
                                 y yo lloro a su compás.
                                 El cielo temprano ha oscurecido, 
                                 horas en mi espalda llevo ya.
                                 ¿Cómo me ve el cielo mientras regreso?
                                 quien sabe ...
                                 Ya no piensas, ya no pienso más,
                                  el sueño hará que el golpe sea más suave.

martes, 1 de noviembre de 2011

Muy típico.

                                     *Llaman al porterillo*
                                     - ¿Quién es?
                                    + Soy yod!
                                     - Wau, qué de tiempo.


(Un pequeño chiste de Gramática Histórica)